La propuesta material surge a partir de reflexionar sobre la arquitectura de los alrededores, la cual posee una codificación muy artesanal y mixta. El hormigón, a manera de base, permanece crudo y liso; el ladrillo, de formato pequeño se traba para transmitir una piel rugosa; la madera, en vigas y paredes al natural y aportando su grado de domesticidad y calor; y el metal, negro, frío, pero recio, y bajo ciertas imperfecciones de corrosión, son los componentes principales de esta arquitectura de pequeño formato. Surge como una remembranza sobre lo que aún queda en el sector y un memorial borroso de la primera obra implantada en la propiedad de la abuela.